A raíz de los incumplimientos de la LISMI, en el año 2000 se crearon las Medidas Alternativas mediante el
Real Decreto 27/2000, de 14 de enero. Cinco años después, un nuevo Real Decreto sobre Medidas Alternativas
(Real Decreto 364/2005 de 8 de abril), derogaba el anterior de cara a simplificar su aplicación.
El objetivo de las Medidas Alternativas es que empresas que por razones técnicas, económicas u organizativas no puedan tener trabajadores en plantilla o bien no encuentren trabajadores para
cubrir las plazas, puedan cumplir igualmente la ley.
Para ello se crearon cuatro medidas alternativas: